Por JESUS VIDES.
Hacía mucho rato que mi sentimiento, mi corazón y mi alma no vibraban con tanta emoción al escuchar un disco VALLENATO como el de Jorge Oñate y Álvaro López. Regresé a mi infancia, a mis raíces, a las calles de mi pueblo. Volví a saborear a Gustavo Gutiérrez, la pluma versátil del gran Rafael Manjarréz, la inigualable picaresca de Romualdo Brito, al magistral Roberto Calderón, que citando a Julio César con la célebre frase “Veni, vidi, vici» nos recuerda que Jorge Oñate, al igual que el líder romano, «Vino, vio y venció» sin duda y sin discusión alguna. También me parece reconfortante el regreso del talentoso Efrén Calderón (hermano de Roberto) o por qué no el reconocimiento al fin a la creatividad de Andrés Beleño y mi alegría inmensa al escuchar nuevamente a mi siempre admirado Juán Segundo Lagos. Sin olvidar a los otros compositores como Omar Geles, con su maravillosa autocrítica; Aurelio Nuñez, quien sigue aportando la consistencia del buen vallenato y a un silencioso Kike Araujo, que no «baja una línea». No me olvido de los acertados aportes de Robert Oñate, Eduardo Fonseca y Rolando Ochoa. En fin, ¡compositores hay! ¡Esperanza también! El Vallenato auténtico no ha muerto. El secreto creo que está en la escogencia de las canciones en primer lugar y en eso Jorge Oñate demuestra un olfato tremendo que se lo dan sus años de experiencia como tenor de mil batallas, a eso se le suma la creatividad impecable de Álvaro López en la ejecución del acordeón y un Equipo de Producción donde se ve que no hubo lugar para la improvisación. Las emociones son parte del sentimiento y una cosa es clara: «La única moneda que no se puede falsificar en el Universo es el SENTIMIENTO» y mi sentimiento me hizo destapar una pequeña botella de Old Parr que tenía en mi nevera para mi cumpleaños el próximo 24 de diciembre (por eso mis abuelas me pusieron Jesús) y sin necesidad de «contar hasta diez» como lo pide Rafa Manjarréz en su bellísima canción me dije «Aquí estoy yo» y saqué a bailar a mi mujer ayer lunes, sin que hubiera parranda ni celebración alguna aquí en mi casa, solo el sentimiento que me transmitió escuchar a Oñate, al vallenato de mis años estudiantiles, al vallenato de las interminables «peleas», cuando los Oñatistas, Diomedistas, Binomistas (de Rafa Orozco, por supuesto), Betistas, Zuletistas, Villazonistas, etc., o como en mi caso fanático a morir de Adaníes y Héctor, nos enfrascábamos en discusiones sin fin sobre cuál disco era mejor. Teníamos tanto para escoger… era una mesa servida con tantas viandas, había tanto bocatto di cardinale en nuestro folclor vallenato que hoy, en este desierto de esencia vallenata real, cuando aparece una producción discográfica como la de Jorge Oñate y Alvaro López, sentimos que en nuestra mesa sedienta llega ese vaso de agua refrescante que nos «salva la vida». ¡Gracias maestro JORGE OÑATE! Usted es nuestro Patrimonio Cultural, solo podía ser usted, era su obligación moral, le tocaba y usted lo hizo, no fue inferior al mandato que le pedía la historia como pionero de ese vallenato que no debemos dejar morir y ¡NO vamos a dejar morir porque no nos da la gana! ¡Ya la historia se lo está agradeciendo! ¿No decían los nuevos pregoneros de la música vallenata que ese vallenato, no gustaba? ¿Que este vallenato no pegaba? Quedó demostrado lo contrario. ¿Acaso Beethoven y Mozart no gustan porque son antiguos? ¡Falso! cada día son más valorados. No les creamos, las cosas buenas gustarán por los siglos de los siglos y aunque bienvenida la evolución, no echemos a la basura las buenas pinturas de nuestros Da Vincis y Miguel Ángeles vallenatos (Escalona, Leandro, Emilianos, Luis Enrique, Alejo, Tobías Enrique, Adolfo, Marín, Huertas, etc y etc…). Ya aparecen llamados como el de Juan Mario de la Espriella quien dice:(sic) «Oñate puso la plana… allá si nosotros por orgullo, ambición y terquedad seguimos insistiendo en dañar el vallenato…».
P.D: Y a los que empiezan a decir medio en serio y medio en broma que en estas navidades Jorge Oñate nos «jodió» el bolsillo, les puedo decir que es verdad. ¡Qué plata tan bien gastada por culpa de Oñate!
(Jesús Vides).
Publicado el 15 de Mayo de 2018
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