WILLIE SALCEDO, WILLIE SALSERO

-Oye, productor, dame un chance, quiero grabar contigo. Tú me conoces, ¡sabes quién soy yo! Jejeje…

-Claro, viejo Willie, tú eres un crack, una leyenda y el chacho de los productores. Tú tocaste hasta con Julio Iglesias. Grabar contigo será un honor para mí. Voy a aprender muchísimo a tu lado.

-Vas a ver que no te vas a arrepentir cuando ponga mi sabor en tus producciones. Yo soy de los pioneros y ustedes los nuevos deben untarse de nuestra experiencia. ¡Vas a ver, viejo men! Además tengo unas canciones bacanísimas. Escucha esto… es lo último que hice… mira el sabor del sonero, la salsa corre por mis venas, viejo Jésu, ¡escucha mi tumbao!

-Qué vaina pá bacana, mi hermano. Listo. Mándame tus canciones al correo, viejo Willie…

Fue nuestra última conversación. Se metió esta pandemia que nos encerró a todos y jamás lo volví a ver. Sus canciones nunca me llegaron. Todo quedó allí. Todo se olvidó.

Pero lo agobiante para mí es que un ser con esa energía eterna, una sonrisa también eterna, un huracán de proyectos, una vorágine total, una calidad musical maravillosa, un remolino de música, más sano que cualquier músico, tanta experiencia acumulada en miles de grabaciones, giras, conciertos, se haya ido así, sin más allá y sin más acá. De una familia donde parece ser que naciste predestinado para la música. Es increíble que se esfume la vida de personas que hacen parte de nuestro diario vivir, que creemos que siempre van a estar allí y que nos los encontraremos en los lugares habituales. Llevo años, pero años, tropezándome con Willie Salcedo en estudios de grabación, conciertos, teatros, Sayco, Acinpro, café/libros, etc. Ya no me lo voy a seguir encontrando. Ya no me va a contagiar su energía a mil por hora. Ya no podré grabar con él, como siempre nos prometimos aquí en la tierra. Ya no nos vamos a reír a carcajadas con sus últimos apuntes. Ya no nos vamos a abrazar como incontables veces nos abrazamos. Es lo incomprensible de esta experiencia llamada vida. Te prometo, viejo Willie, que si es la voluntad de nuestro Padre Azul Celestial, grabaremos tus canciones y tus percusiones en los estudios de grabación divinos, en la dimensión donde nos volvamos a encontrar. ¡Hasta pronto, «viejo men»…! (Jesús Vides)

Deja un comentario